La reforma de la jornada laboral a 37,5 horas: avances y desafíos para empresas y profesionales
- Igor Fernandez Gonzalez
- 14 feb
- 2 Min. de lectura
La Fundación Justicia Social analiza el impacto de la reducción de jornada, el registro horario digital y el derecho a la desconexión digital

El debate sobre la reducción de la jornada laboral en España sigue ganando protagonismo. La propuesta del Gobierno de fijar un límite de 37,5 horas semanales ha generado opiniones divididas entre empresas, trabajadores y expertos en derecho laboral. Según el informe técnico de la Fundación Justicia Social, esta reforma busca mejorar la conciliación y la calidad de vida de los empleados, pero plantea retos importantes en su implementación, especialmente para PYMES, microempresas y profesionales del ámbito laboral.
Una reforma con luces y sombras
El informe analiza tres ejes fundamentales de la reforma:
- Reducción de la jornada laboral: Se establecerá un límite de 37,5 horas semanales en promedio anual, sin afectar salarios ni derechos adquiridos. Sin embargo, sectores con menor margen económico podrían enfrentar dificultades para asumir los costes adicionales.
- Registro horario digital: Se exigirá un sistema digital obligatorio, accesible e interoperable para controlar la jornada en tiempo real, con sanciones más severas en caso de incumplimiento.
- Derecho a la desconexión digital: Se refuerza la protección del descanso, prohibiendo comunicaciones laborales fuera del horario de trabajo salvo excepciones justificadas.
Impacto en despachos profesionales y asesorías laborales
Uno de los sectores más afectados por esta reforma será el de los despachos profesionales y graduados sociales, que deberán adaptar contratos, gestionar cambios en convenios colectivos y asesorar a empresas en la transición. Además, se prevé un aumento significativo en la carga de trabajo para la correcta aplicación de las nuevas normativas.
¿Un cambio necesario o una imposición precipitada?
El informe señala que la reforma sigue tendencias europeas, pero su éxito dependerá de una aplicación flexible y progresiva. Para ello, se recomienda la creación de incentivos para PYMES, un calendario de implantación escalonado y una mayor apertura a la negociación colectiva.
En definitiva, aunque la reducción de la jornada laboral representa un avance en derechos laborales, su implementación requiere apoyo y medidas complementarias para evitar tensiones económicas y organizativas en el tejido empresarial español.
¿Qué opinas sobre esta reforma? ¿Crees que beneficiará a trabajadores y empresas por igual? ¡Déjanos tu comentario en ILM.EUS!
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